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Informes - Investigaciones

LA INFANCIA EMPOBRECIDA

Por Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán especial para Latitud Periódico y Villa Crespo Digital

6 de enero del 2022

Los cuadernos sobre la Niñez que volvemos a brindar, lamentablemente, resultan actuales. Son la realidad incontrastable de lo que vienen sufriendo los más débiles y desprotegidos: los niños y las personas mayores…

En nuestro país, la pobreza infantil ascendió, durante el primer semestre del 2021, al 54,3 por ciento de los chicos; según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esto se traduce que la pobreza infantil afecta a 5,9 millones de niños menores de 14 años. De este panorama más que desalentador, el 16,6 por ciento de los chicos son indigentes.

El Observatorio de la Deuda Social de la UCA – Universidad Católica Argentina, en la primera semana de diciembre del 2021 registraba que la pobreza en el 2021 había tocado el 44 por ciento y este guarismo, que se traduce en seres humanos, es un récord histórico, porque el porcentaje de argentinos que trabajan son igualmente pobres; esta situación social y laboral condice con la precariedad laboral, el trabajo en negro, las changas y la nula cobertura de salud que tienen estos trabajadores.
De tal forma, en el caso de la niñez, millones de ellos viven en estos hogares sumergidos; la UCA releva que el 65 por ciento de los chicos es pobre en la Argentina.

Casi 7 de cada 10 chicos es pobre…
Siete de cada 10 chicos no llega a las cuatro comidas diarias.
Siete de cada 10 niños les falta el alimento esencial para el desarrollo de su cerebro y un futuro promisorio…

Con esta realidad, el futuro es más que incierto, el presente es complejo y doloroso y el conocimiento del pasado nos puede ayudar y alertar de cómo preservar el material humano y proyectar un país con horizontes, valores y conocimientos adquiridos, trabajo y dedicación para forjar un porvenir.

Que los niños sean un despojo y a los ancianos se los arroje al olvido es desconocer cómo valoraban nuestras comunidades originarias la sabiduría y el proceso de aprendizaje que nacía desde los ancianos hacia los niños… para que conociera el pasado, pudieran desarrollar un mejor presente y abrazar un futuro de esperanzas…

FUENTES: Indec – Observatorio de la Deuda Social – UCA, fuentes propias.

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